Estamos en plena temporada de setas y hay que aprovechar la gran variedad que encontraremos en casi cualquier tienda a buen precio. Para ésta receta hemos usado shiitake y champiñones portobello, pero podéis usar las que más os gusten o las que encontréis ya que quedan bien con cualquier seta.
Para 12 unidades:
- una bandeja de setas shiitake
- una bandeja de champiñones portobello
- una cebolleta
- dos dientes de ajo
- un cuarto de cucharadita de tomillo y otro de romero picados
- dos cucharadas de harina
- una taza y media de bebida de soja SIN AZÚCAR
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta
- pan rallado
- harina de garbanzo
Empezamos picando muy finita la cebolla y los dientes de ajo. Cubrimos el fondo de una sartén antiadherente con aceite de oliva y los sofreímos. Añadimos las setas también muy picaditas, una pizca de sal y pimienta al gusto y cocinamos bien. Ponemos el tomillo y el romero y removemos. Añadimos la harina y mezclamos bien con la ayuda de una cuchara de madera hasta que cambie de color blanco a tostadito y no veamos ningún grumo de harina.
Ponemos la bebida de soja poco a poco y vamos removiendo a fuego lento hasta que nos quede una masa que mantenga la forma cuando la movamos y se despegue de los bordes de la sartén. Una vez la tengamos lista, la pondremos en un cuenco y taparemos con papel film (el papel tenemos que ponerlo de forma que quede pegado a la masa o se nos formará una costra) y dejamos reposar en la nevera 12-24 horas para que sea manejable.
En un plato hondo mezclamos una taza de bebida de soja con una cucharada de harina de garbanzo hasta que quede una consistencia parecida a la de un huevo batido, y en otro plato ponemos pan rallado. Nos ponemos un poco de pan rallado en las manos para que no se nos enganche la masa y damos forma a las croquetas. Una vez las tengamos todas las pasamos por la mezcla de bebida de soja y harina de garbanzo y otra vez por el pan rallado.
En una sartén calentamos bastante aceite de oliva y cuando esté muy caliente (si las ponéis con el aceite medio frío se os van a deshacer) ya podéis añadir las croquetas en tandas de 4-6. Les damos la vuelta con la ayuda de dos tenedores y cuando estén bien doraditas las dejamos encima de un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Os aconsejo que el día que os pongáis a prepararlas hagáis de más y las congeléis, porque el peor trabajo para mi es la parte de formar y rebozar las croquetas.