Cómo os gustan las croquetas, ¿eh?
Para mi la maestra croquetera por exelecia es Arantza de “Como ser vegano sin morir en el intento“, pero yo os voy a enseñar la receta de las que creo que son las mejores que he preparado nunca. Si no sois como yo y os puede la pereza a las ganas de comerlas muchas veces, y las preparáis vais a triunfar seguro.
Ingredientes:
- una bandeja de setas Camagrocs (si no encontráis usad las que más os gusten)
- una cebolla
- 6-7 ajos tiernos
- una taza de leche vegetal sin azúcar
- dos cucharadas de harina
- sal y pimienta negra
- aceite de oliva
- pan rayado
Empezamos picando muy fino la cebolla y los ajos tiernos, incluyendo un poco del tallo verde. Los sofreímos en una sartén hasta que empiecen a dorarse. Añadimos después las setas también muy picadas para que no haya trozos demasiado grandes. Añadimos un poco de sal y pimienta y dejamos cocinar bien.
Añadimos las dos cucharadas de harina y removemos con una cuchara de madera para que se cocine. Cuando veamos que ya no se ven restos blancos de harina, añadimos la leche vegetal poco a poco y vamos removiendo hasta tener una masa espesa. Id echando a chorritos, si os sobra un poco de leche en la taza no pasa nada, pero es mejor eso que pasarse de líquido.
Vamos removiendo hasta que veamos que la masa mantiene la forma y no vuelve a ponerse líquida. La pasamos a un cuenco grande y dejamos enfriar. Ponemos un papel film para tapar y la ponemos tocando la masa para que no se nos forme una costra. La dejamos reposar en la nevera almenos unas 12 horas.
Preparamos un plato con harina y otro con pan rayado y un cuenco con leche vegetal. Con las manos cogemos porciones de masa y damos forma a las croquetas. Las pasamos por la harina, la leche y finalmente el pan rayado. Seguimos así hasta que acabemos la masa.
Las freímos en aceite muy caliente y les vamos dando la vuelta con la ayuda de dos tenedores. Cuando estén bien doradas las ponemos en papel de cocina para retirar el exceso de aceite.